NOTAS PARA MI HIJA
"Alguna vez tendrás muchas preguntas. Espero que en este lugar encuentres todas las respuestas. Mientras tanto, aprendemos contigo"
jueves, 8 de enero de 2015
NOTA 11: ¡Quiero bailar ballet!
Desde muy pequeña hemos notado tus dotes para el baile. Incluso te estresa no saber bailar ciertos ritmos. Lo curioso es que solo tienes tres años. Hace unos días te ví haciendo unos pasos caracteristicos del ballet. Te movías con maestría e incluso lograbas abrirte de piernas con una facilidad asombrosa.
Me dijiste: ¡Mami, quiero bailar ballet!. Yo me dije: - ¡Nooo, ballet, noo! Esas niñas son raquitícas y parecen un flamenco de lo estiradas que quedan. Por fortuna, lo pensé internamente.
Le conté a tu padre tus deseos. El me sonrió diciendo: - Era de esperarse cuando en el vientre era la única música que le ponías para relajarla cuando estaba demasiado inquieta. No me agrada mucho la idea. Preferiría que le gustara bailar salsa. De todas formas, debemos respetar sus gustos. Te propongo una cosa, busquemos videos en youtube sobre niñas bailarinas de ballet y niñas bailarinas de salsa. Seguidamente le preguntamos cual el gusta más.
Llegado el fin de semana, hicimos lo acordado. El resultado fue que nuestra hija seguía eligiendo ser bailarina de ballet. Ayer te hice un tutu de papel periodico. Estabas feliz bailando con él. Me decías que lo amabas porque yo te lo hice. Realmente me sentí feliz.
Podrán decirnos que aún es muy pequeña para saber lo quiere pero nosotros vamos a seguir nuestra intuición y muy pronto entrarás a una escuela de ballet. La única que puede saber si no es lo suyo, eres tú. Ya vas a cumplir cuatro años, te crees una niña grande y eres una niña muy independiente.
He leído mucho sobre las pasiones de los niños. Muchos psicólogos recomiendan dejar fluir nuestra niña y permitirle descubrir sus talentos. Cuando te veo me recuerdo cuando yo tenía tres años y ya tenía grupo de baile. Mi padre nos entrenaba en ritmos tropicales. Recuerdo como si fuera ayer que me encantaba hacerlo. Si mi padre tuvo la valentía de apoyarme sin pensar en mi edad, porque no lo haríamos nosotros. No cometeremos el error de decirte que eso es o no es lo correcto. Los niños tienen un talento inhato que ejercen muy bien. Nuestro deber es apoyarte.
Como padres, debemos estar atentos a las potencialidades de nuestros hijos. Ustedes no son el medio para cumplir nuestros sueños fustrados, ustedes tienen sus propios sueños. Si apoyamos sus talentos naturales, entregaremos a la sociedad seres humanos felices.
Te amamos,
Tus padres.
viernes, 21 de noviembre de 2014
NOTA 10. Tu fobia a los animales.
Aun me pregunto dónde nació tu fobia. Cuando eras un bebé
teníamos un perro criollo que se llamaba Chigüiro. A ti te gustaba acercarte a
él. Nunca te hizo daño. Es curioso cómo le tienes miedo hasta a las gallinas.
Le echo la culpa a que vivimos en un apartamento pequeño en una unidad
residencial. Allí no hay suficientes zonas verdes para divertirte. Tu única
actividad cerca de la naturaleza es tu colegio.
Si lo pienso bien, tu infancia es muy distinta a la mía.
Desde niña tuve encuentros con los animales domésticos, teníamos un perro y
visitábamos la finca de mi abuela donde había gallinas, pavos, caballos etc. En
cambio, tú solo los conoces por la tele.
Nos hemos hecho el propósito de llevarte a estar en contacto
más seguido con la naturaleza. A lo mejor es nuestra culpa por darte una vida
de concreto. Como niña necesitas vivir otras experiencias que te creen
recuerdos hermosos y que disminuyan los miedos que has acumulado. Nos hemos
estado haciendo un autoexamen para descubrir en qué momento te infundamos las
fobias o cómo contribuimos a eso.
miércoles, 12 de noviembre de 2014
NOTA 9. Deseando más tiempo contigo
Estoy en la oficina, son las 8:00 a.m. En este preciso
momento me siento como en un callejón sin salida. Estoy pensando en lo
delicioso que pasamos anoche jugando al “futgol” (no hay poder humano que te
haga pronunciar bien la palabra) en la sala del apartamento. Quisiera tener la
libertad de compartir más momentos contigo de ese tipo. Por regla general, solo
disponemos para compartir hora y media, a lo sumo dos. Yo quisiera que fueran
más horas, muchísimas horas.
Hace un momento hice una pausa para leer un bloguero que
admiro, Ángel y su blog "Vivir al máximo". Ese chico es una inspiración para mí.
Todo lo que dice es muy cierto. Para empezar estoy
martes, 28 de octubre de 2014
NOTA 8. Mis celos de madre.
Anoche tenía muchas cosas en mente. Unas ganas enormes de
comerme el mundo. Quiero crear el negocio de mi vida con piloto automático que
me permita disfrutar tu crecimiento y no perderme de lo mejor de ti: tu
infancia.
Verte para mí es como brisa para mi rostro. Me encanta ver
tus ojitos grandes de mirada inquisidora y esa sonrisa tierna.
Tu abuela ha salido a hacer una diligencia. Has elegido
quedarte conmigo pese a que te di a escoger. Nos quedamos viendo uno de tus
muñecos favoritos (Dora, la exploradora). A decir verdad, ni siquiera estaba
concentrada en verlos. Tú lo notaste y me dijiste: - ¡Mami, mira!
Al poco rato, te has sentado en el balcón a mirar el
horizonte con lágrimas en los ojos, diciendo:
-
¿Dónde está mi abuelita? ¿Yo quiero ver a mi
abuelita? La amo mucho.
Me sentí muy mal en ese instante. Mi reacción fue decirte
que me iría a dormir mientras te quedabas allí en el balcón, porque yo no soy
tan importante para ti como tu abuela.Reconozco que fue un ataque de celos. Fue una reacción que
no merecías. Tan sólo eres una niña de tres años. Es normal que sientas más
apego a tu abuela: ¡no me ves en doce horas!
jueves, 23 de octubre de 2014
NOTA 7. La promesa
En tiempos inmemoriales se daba mucho valor a la palabra.
Prometer algo a otra persona no requería firmar ni autenticar un documento. La
palabra era suficiente. Podríamos pensar que eso ya es historia pero contigo me
doy cuenta que para los niños sigue siendo muy importante y recuerdan una a una
las palabras dichas.
Te prometí que jugaríamos a las cocineras cuando llegase del
trabajo al día siguiente. Tenía toda la intención de hacerlo.
- Mami, me prometiste que jugaríamos a las cocineras cuando llegaras del trabajo. Ya tengo mis juguetes listos en mi cuarto para empezar.
- Hija, me das un momento que tengo que hacer un trabajo.
miércoles, 22 de octubre de 2014
NOTA 6. Un intruso: ¡el telefóno inteligente!
He llegado a casa como de costumbre tras doce horas por
fuera. De la misma forma que todos los días estas esperándome en la puerta. Es
una alegría inmensa verte.
Empiezas a contarme todo lo que te ha pasado en el día, las
cosas que hiciste y a cantarme las nuevas canciones que te han enseñado en el
jardín. De repente, te quedas callada. No lo he notado aún. Luego con voz
entrecortada me dices:
- Mami, ponme atención.
- Te estoy poniendo atención, hija.
lunes, 20 de octubre de 2014
NOTA 5. El ejemplo.
Hace poco había llegado del trabajo. Estabas en el balcón
del apartamento esperando mi llegada. Vi tu felicidad al verme luego de doce
horas ausente.
Cuando llegue a la puerta, tú estabas ahí con esos ojitos rebosantes
de felicidad.
- Mami, te amo. Te he estado esperando, quiero que juguemos.
Te besé dulcemente en la frente y te di un abrazo fuerte. Te
pedí media hora para cenar, descansar un poco y poder dedicarte el tiempo que
me estabas demandando. Fuiste a sentarte en el sofá a observar las noticias que
estaban pasando por la caja idiota (el televisor) aguardando el tiempo
prometido para jugar.
Hemos empezado el juego, por fin.
- Mami, hoy jugaremos a la doctora Juguetes. Mi abuelo está enfermo y tu estas acompañándolo en el área de urgencias del hospital y yo seré la doctora que los atenderá.
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